Aquí, en ti

Las veces que me pongo a escribir me pregunto qué esperas leer. Supongo que la mezcla de oscuridad y sexo que desparramo en cada oración que estampo en esta hoja de Word. El morbo por sobre todo, pienso. Esperas leer alguna confesión caliente y que te cuente que me gustan las mujeres tanto como los hombres o que me quiero follar a alguien en especial. Esto mismo ya te debe estar gustando. Y tus ojos continúan rápido la lectura porque necesitas saber más. En el intertanto también te preguntarás si mis historias son reales o invenciones. ¿Quieres saber la verdad? Sí, son reales.

En este sentido, ya no sé si mi blog es un E-book o un diario de vida, como no tengo problemas en hablar de sexualidad y de lo que me calienta y no, vengo acá y cuento todo. Como expliqué alguna vez, para mí el sexo es la mejor manera en que tenemos de olvidarnos por aunque sea un rato quiénes y somos y por qué. Pero no creas que soy ninfómana o sexópata. Sólo me gusta follar en todas sus variedades. El sexo es arte. Y
reitero que tampoco soy promiscua ni tengo diferentes amantes para cada día. Aunque parezca absurdo, en la actualidad estoy muy alejada de eso. Lo que sí me gustaría es tener a alguien con quien poder compartir más que una follada. Estoy cansada de ser la amante y tener que soportar las limitaciones de la condición (qué patetismo el mío). No critico a quienes buscan otras camas porque simplemente no creo en la fidelidad pura. Al respecto, no hace mucho leí un artículo sobre la “infidelidad consentida”. No se si has escuchado de esta forma. Se trata de permitir a tu pareja o lo que sea serte infiel pero a sabiendas y bajo ciertas restricciones.

La pregunta es si somos seres capaces de comprender que nadie puede vivir exclusivamente sólo para alguien porque es normal aburrirse de comer lo mismo siempre. Además, la fauna es mucha y provoca. Por lo tanto y desde una perspectiva avanzada,
sería sano autorizar a tu hombre o mujer que esté con otro cuerpo de vez en cuando. Seamos sinceros, lo último es casi imposible. Es mejor no saber cuándo te engañan y tampoco para qué tú vas a confesar la desviada del camino. Es contradictorio, anhelamos honestidad pero preferimos el engaño porque nuestro ego no soportaría enterarse de un desliz. ¿Yo si accedería a la infidelidad consentida? Soy concluyente: lo que es mío, es mío; y nadie lo toca. A menos que sea en un trío o una orgía. Créeme que follar con tu pareja con esta experiencia no sólo consagra una relación. También el sexo se hace más pervertido y sucio. Doy de fe ello.

Hago un alto en la redacción de este escrito. Si te das cuenta, cambié mi manera de contar. Otrora me remitía a narrar situaciones por las que he pasado y que se han quedado en mi memoria por la importancia que tuvieron. Empero, ésto, desde el personaje Magdalena de la Oz. Ahora es distinto, ya sabes que ella es realmente yo. Y no literatura. Aún así me pregunto si seré capaz de seguir desnudándome para ti. Te hago la siguiente pregunta: ¿cuánto más quieres de mí? Mi deseo es que me cuentes. Si yo ya me entregué a ti, sería virtuoso que tú te entregarás a esta mujer que te está incitando a que seas lo más libre que puedas. Cuéntame que quisieras. Las orgías dejan de ser orgías cuando no follas con el cuerpo.

Tengo muchas ideas para desarrollar en este texto, pero lo primero que se antepone es mi bisexualidad, la práctica del BDSM, los tríos y las orgías que he hecho y yo la amante… Me detengo a pensar y mi primera conclusión es que a estas alturas estoy un poco cansada de experimentar, de conocer tantos tipos de pájaros y de caerme varias veces. Lo segundo, es que te estoy entregando mi vida. Aquí me tienes. Tómame y siente cuán frágil puedo ser. Ahora te pregunto si igualmente tienes ganas de follarme. Piénsalo bien. Quizá lo único que quisieras es abrazarme de manera fraternal sin decir una sola palabra. Y también es lo que querría yo. No me molesta que te excites con mi persona y mis historias. Al contrario, me encanta porque significa que en el imaginario puedo tomarte de la mano y llevarte conmigo. Ese es mi objetivo. Pero lo que más me gustaría es que tuvieras la capacidad de sentirme más allá de los relatos calientes que escribo para ti.

A veces quienes me rodean me critican por ser muy etérea y espiritual. Siempre lo he dicho que más que hombres o mujeres, somos almas. Por esta razón no me importaría enamorarme de una fémina o un fauno. Y tampoco debería importarte a ti si es que ocultas el deseo o amor hacia un igual tuyo. La única culpa que deberías tener es no dejarte a ti mismo ser por los putos prejuicios o la moral inquisidora.

 Ya ves, no quiero ser una escritora (a decir verdad, no sé si lo soy) lejana e inaccesible. Lo más preciado que te puedo dar es mi honestidad descarnada. Esta misma que estás leyendo. En mi oscuridad también hay luz y esa luz la comparto contigo. Yo vivo entremedio de estas líneas. Si la piel se te ha erizado no es porque escriba bonito, es porque te he tocado y penetrado aunque sea mujer. Ten presente que en este lugar siempre me podrás encontrar porque aquí verdaderamente vive mi alma.  

Antes de decir buenas noches, te cuento que de fondo está sonando All mine de Portishead, que por la ventana se cuela el aire tibio y que desde aquí veo la noche en su esplendor. Ésta me invita a fumarme un cigarrillo para disfrutar el orgasmo de haberte escrito. 

La sangre fluye. 
Respiro profundo. 
Estás conmigo. 
Y yo en ti. 
Se siente bien.


8 comentarios:

  1. MUY AGRADECIDO DE TU HONESTIDAD MAGDALENA. ESTOY PENSANDO QUE QUIERO CONTIGO PARA CONTAROS PERO LO MAS ES DESEAROS FELICIDAD.

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  2. Efectivamente hais cambiado tu manera de escribir y eso os lo agradecemos mucho porque esta si que sois tú querido misterio.

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  3. Te extrañamos e face no te demores mucho :(

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  4. Desearía que fueras feliz amada Magdalena. Yo no quiero follar contigo yo solo quiero ser tu amigo de verdad. Un abrazo.

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  5. Humana y divina a la vez .... siento haberlo leido un poco tarde
    Un abrazo fraternal

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    1. Las frases nunca mueren. Ayer, hoy, mañana. No importa. Te agradezco la atención. Otro abrazo fraternal para ti.

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  6. Quizas tu alma no ah encontrado el alma que quisieras tener, pero la forma y las palabras como llegas a otras almas , es lo que te hace cautivante. . . tanto que que leerte se convierte en una repetida serie de orgasmos los cuales dejan sin aliento y con la intriga y la curiosidad mas desarrollada, solo puedo decir que te AMO en tus letras

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