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Castillos y cuervos,
en honor a Poe
Fotografía de Masahisa Fukase. |
Fotografía de Key Gross. |
Schloss Lichtenstein, cliff castle located near Honau in the Swabian Alb, Baden-Württemberg, Germany. By Michal Dimage. |
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Erotismo
en cementerios
El fotógrafo y periodista parisino André Chabot (71), tiene una visión bastante peculiar de las estatuas, tumbas y mausoleos de los cementerios. Encontrar erotismo en éstos, ha sido inspiración para él. Ha recorrido el mundo buscando alguna losa o catacumba que haga honor al sexo de la muerte. Su colección de más de 175 mil imágenes en blanco y negro, dan cuenta de su trabajo y dedicación al tema.
Más que una figura extraña de la fotografía documental, se proclama como "un paseante 'necropolitano' que disfruta desentrañando los sueños depositados en cada monumento funerario". Y siempre ha dudado que todas estas emotivas figuras estoicas estén realmente inanimadas.
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Resulta curiosísimo darte cuenta de cómo llega a unirse estos conceptos, erotismo y muerte. Eros, thanatos que contraponían los griegos antiguos.
ResponderEliminarLa naturaleza humana es insondable, sin duda. Esas curvas voluptuosas como la de la estatua de la mujer rodeada de tumbas..
El cristianismo rehuye del pecado. Sin embargo, el sexo y sus variantes viven desde siempre y por la eternidad en los propios campos santos. Saludos.
EliminarEl sexo es un motor muy fuerte, y el amor también. ¿No volvió Drácula de la muerte por amor? ¿o por sexo?
EliminarEl sexo y el amor en conjunto remueven la tierra y el infierno. La ilusión de Drácula (el de Stoker), el ser más intenso de la faz de la imaginería, cruzó océanos por su amada; y cuando la tubo, la hizo suya con sexo y con amor.
EliminarRecuerdo una frase de la película de Coppola, un derroche de estética por cierto, "he cruzado océanos de tiempo para encontrarte.." o algo parecido. Me encandila esa película, un ejemplo del Eros-Thanatos.. Cuanto más la amaba más la acercaba a su muerte... y a una vida eterna de condenación. ¡Qué sublime!
EliminarCréeme que aquella escena, nunca la olvidé. Saludos.
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