Con decisión, apoyó el frontis de su cuerpo sobre
la pared escondida en la penumbra de
aquel callejón. Luego, le susurró un par
de palabras al oído, separó sus piernas con un solo golpe de pie, levantó la
pequeña falda, bajó su ropa interior y empaló sin ningún preámbulo. Con una
mano sostenía la cintura y con la otra sujetaba en puño seguro las crines oscuras sin ninguna
delicadeza; para dirigirla, para que su polla encajara siempre. Ella lloraba, gemía. Él metía sus dedos
en su boca para acallarla. Más la atracaba al muro de cemento. Más metía la ira lasciva. Un par de
minutos y el semen caía en lágrimas por entremedio de las nalgas de la mujer
hasta llegar en hilos lánguidos a su concha.
The Adelphi, 1939. By Bill Brandt. |
Con las piernas temblorosas, subió sus panties,
acomodó la ropa, arregló el cabello. Él cerraba su cremallera. Luego, encendieron
un cigarrillo; y al finalizarlo, caminaron en direcciones distintas.
Y sólo los gatosgárgolas que pernoctaban sobre aquella muralla fueron espectadores del desenfreno sodomítico. Todo ocurrió en las sombras de la noche. En medio de la boca de lobo. Nadie sabe lo que sucede las veces que la luna viste al sol.
Y sólo los gatosgárgolas que pernoctaban sobre aquella muralla fueron espectadores del desenfreno sodomítico. Todo ocurrió en las sombras de la noche. En medio de la boca de lobo. Nadie sabe lo que sucede las veces que la luna viste al sol.
Joder............
ResponderEliminarEl color negro lo ilumina todo.
ResponderEliminarIlumina lo que la mirada no puede hallar en la oscuridad.
EliminarJopelines que aquí arde todo pero con una clase de madres!!!
ResponderEliminarAl margen muy lindo el blog y fantástica tu escritura Mdelaoz
Saludos desde Madrid
Te sigo de Face me gusta mucho lo que escribes y las fotos que subes. Este cuento me gustó mucho me da curiosidad saber quien eres.
ResponderEliminarBesos
Siempre consigues turbarme, Magda, pero es una vivencia fantástica.
ResponderEliminarSexo anónimo, callejones, oscuridad... ¿Qué más se puede pedir?
Muchos cariños...
Fran querido. Lo siento mucho. Y más no se puede pedir si vértigo quieres.
EliminarNo lo sientas, querida... no hay nada mejor que sentirse turbado. Es envidiar lo que estás leyendo, ja ja ja.
EliminarEspero que continúes turbándome más veces.
Tenéis una escritura que me ha gustado mucho, no sé si pensar que sois una femme fatal o un mujer de azúcar
ResponderEliminarCuantos secretos guarda la oscuridad , me gustó
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