Into



Te quejas. Me hablas. De rodillas frente a ti observo como subes y bajas la piel rápido.
Cabrón, no dejas que te toque. Sólo, y a veces, refriegas la cabeza en mi boca para desesperarme aún más. Y cuando se asoma una gota, me pintas los labios con ese brillo translúcido envuelto en un denso perfume. Luego, golpeas mi rostro con aquella dureza para después, y de una vez, llenarme la boca con ella. Con las ansias de un sediento: succiono, lamo y aprieto. Mi lengua convertida en una hábil serpiente que envuelve y estrangula tu carne y sus venas. Al tope en mi garganta. No puedo respirar. La saliva escurre. Mis ojos lagrimean. Te encanta hacerme sufrir, maldito. Súbitamente, un gran estertor te invade el cuerpo. Retrocedes un par de centímetros y eyectas tu semen espeso y salobre en mi boca dispuesta para quedar suspendido en el último resuello de placer. Yo, me reclino hacia atrás. Y mirándote a los ojos saco mi lenguacascabel para mostrarte mi recompensa, y lentamente tragarte…  



  

7 comentarios:

  1. Casi me ahogué yo!!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hala!! Magnífico relato sobre un felatio muy rudo!! Desde Madrid saludos Mdelaoz

      Eliminar
  2. Me ha gustado aunque es fuerte pero eso lo hace interesante

    ResponderEliminar
  3. Interesante sexo oral el tuyo :P

    ResponderEliminar
  4. Un manjar este relato tuyo no solo por el tema en sí sino que la manera en que escribes que es muy intensa y transmites lo que se siente.

    ResponderEliminar
  5. Donde estás?

    No te conviertas en fantasma cuando necesito de ti.

    Gabriel/Notengonombre

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.